Últimamente está de moda la palabra “low cost” que vemos por todas partes: viajes low cost, ropa low cost, tiendas low cost, vuelos low cost… cualquier cosa que quieras comprar seguramente la puedes encontrar “low cost”, vaya, lo que de toda la vida ha venido a ser “barato”, pero parece que queda más fino y elegante decirlo en inglés.
Puede ser una forma de engañar a nuestro cerebro y dejar de lado el refrán que todos sabemos “lo barato sale caro”, aunque sabemos que esto no siempre es así y si además no estamos comprando algo “barato”, sino “low cost”, mejor…
Muchas de las empresas que ofrecen sus servicios o productos “low cost” en realidad ya tienen otra empresa o la misma que por otro lado ofrecen lo mismo a precios ordinarios y luego esa otra sucursal “low cost” para cubrir a los clientes que se ven atraídos por ese título.
Parece ser que este término ya ha llegado al mundo de la traducción y algún que otro sitio ofrece “traducciones low cost”. Pero realmente:
1. ¿Sus precios son tan distintos a los que pueden ofrecer en otro sitio?, ¿o simplemente sirven de gancho?
2. ¿De verdad la calidad del servicio no se ve afectada si el precio realmente difiere tanto del resto?
3. ¿Queremos entrar en ese juego de pagar una ganga que no nos explicamos?
La verdad que puede ser fácil vernos atraídos por pagar menos por un servicio el cual pensamos que va a tener el mismo resultado. Personalmente pensamos que eso es prácticamente imposible que ocurra, si el precio final al cliente es más bajo, algún recorte por algún sitio debe de haber. Otra cosa es que asumamos que el servicio no va a ser tan impecable como si pagaras algo más, pero corremos ese riesgo por el ahorro que te supone.
Sabemos que son tiempos difíciles, mucho desempleo y jóvenes con estudios recién acabados que sólo ven oportunidades de empleo en el extranjero y en este sector como en otros cada uno está tratando de salir airoso como puede.
Tarifas de traducción
Las tarifas de traducción han tenido una bajada drástica desde comienzos del 2009 y el panorama no mejora, pero realmente, ¿la solución es bajar más los precios? Los entendidos en economía continuamente indican que la solución no es esa, que por el contrario hay que mantenerlos y que hay que aumentar los salarios para que la economía fluya y no nos pensemos dos y hasta tres veces en comprarnos algo.
A ojo podríamos decir que 7 de cada 10 personas piensan que los traductores cobramos “mucho”. Continuamente tenemos que defender el trabajo que realizamos, y todo lo que hay detrás de una traducción bien hecha y presentada no se aprecia. Aunque estamos en un país donde la gente consigue con sudores el nivel B2 de inglés, no se entiende el nivel de profesionalidad y de entendimiento que hay que llegar a tener para dedicarnos a la traducción. Por eso puede ser que veamos el cartel de “traducciones low cost” y los ojos nos hagan chiribitas.
Recuerdo el primer día de clase de Lengua Española en la Universidad. El profesor nos estuvo preguntando por qué habíamos elegido realizar la carrera de Traducción e Interpretación, a lo que algunos alumnos contestaron que era por el buen nivel económico que se podía alcanzar. El profesor bien se rió de esas respuestas y nos dijo que lejos de eso, nos veríamos constantemente sometidos a presión por los plazos de entrega y el alto nivel de formación que debíamos presentar. Sí, el intérprete contratado por Telecinco cobrará un buen piquito, pero ¿cuántos llegan a eso? Los demás tenemos una remuneración como otra cualquiera.
Si este profesor todavía vive, que espero que sí, ahora sí que se estará llevando las manos a la cabeza si comprueba que ahora se pretenden imponer las “traducciones low cost”, ¿lo conseguirán?
Listado de traductores e intérpretes jurados y traductores en negro
A mucha gente se le recomienda buscar en la lista de traductores e intérpretes jurados del Ministerio de Asuntos Exteriores si necesitan los servicios de un Traductor Jurado pensando que así el coste final de la traducción es inferior. Mucho más lejos de la realidad, los precios que le llegan a un cliente, provengan directamente de un Traductor Jurado o de una Agencia de Traducción son los mismos. Es un mito que vayan a ser más económicos.
Puedes pensar, prefiero darle dinero directo a alguien que a una agencia, pero quizás no caes en la cuenta de que ese traductor autónomo trabaja para distintas agencias que siempre confían en él para todas las traducciones de sus idiomas. Además, si de dinero y tiempo se trata seguro que gastas más en teléfono y en minutos hasta que aciertes con alguien que realmente se dedique a hacer traducciones, ya que en ese listado aparecen todos los que tienen ese cargo, pero luego son infinitamente menos los que han permanecido en esta profesión, ¿por qué será?
Sí que hemos notado que ahora hay Traductores Jurados que no se dedican a la traducción pero que no tienen otra fuente de ingresos y se disponen a emitir traducciones juradas en negro, es decir, que no facturan por ellas. Ya que no están dados de alta, no tienen oficina, ni ningún otro gasto, ni impuestos que pagar, la traducción puede ser que la abaraten (o no). Inverosímil nos parece que se atrevan a realizar dicha práctica por la responsabilidad que tienen sobre la traducción jurada que certifican, pero más increíble nos resulta que a alguien esto les de igual, porque seguro que jamás acudiría al salón de la casa de alguien que diga ser notario que no esté legalmente trabajando.
La verdad sobre las traducciones low cost
Te recomendamos que si buscas ahorrar en tus traducciones a toda costa:
-sepas por qué esos precios son mucho más inferiores a la media. Hay agencias/traductores que claramente explican cómo consiguen abaratar sus costes, aunque entre esas explicaciones tendrás que leer entre líneas y ver qué hay de cierto detrás de ellas.
-asegúrate siempre de que al menos son profesionales verdaderos. Algo sencillo es que veas sus datos fiscales y localización casi a simple vista. Es obligatorio publicar los datos fiscales en una web y esto no siempre se cumple, primera mala señal.
Ánimo en tu tarea de a quién confiarle la traducción de tus documentos. Esperamos que al final encuentres a alguien que te convenza 😉